viernes, 3 de diciembre de 2010

APARTADOS DE LAS MASCARAS

PRIMER APARTADO
SIMBOLOGIA DE LAS MASCARAS

El carnaval de Barranquilla es la puesta en escena de valores simbólicos y códigos pertenecientes a diversas subculturas del Caribe colombiano, generadas por el mestizaje que dio origen a la actual población de esta región de Colombia.
Cada año, durante los cuatro días que preceden a la Cuaresma cristiana, la ciudad de Barranquilla celebra una gran variedad de espectáculos coreográficos, musicales, líricos y teatrales, considerados únicos en su género.
Las representaciones teatrales y líricas de las compañías de bailarines, actores y músicos de esta "extraordinaria mascarada" se inspiran en acontecimientos históricos y de la actualidad.
De esta forma, las personalidades y la vida política contemporáneas son puestas en escenas en discursos y canciones de letras satíricas que dan al carnaval un ambiente festivo y burlesco.
 LA MASCARA Y SUS ORIGENES
El origen de la careta se remonta en el tiempo y se pierde en la más remota antigüedad, su invención se debió  a fines religiosos. Desde el paleolítico el ser humano  ha utilizado caretas cuyos materiales han variados las confeccionaban de la corteza de los árboles, de hojas de maíz, cráneos, láminas de oro, papiros. Algunos hallazgos arqueológicos han demostrado que eran muy usados por los fenicios en pinturas rupestres en piedras y en el cuerpo de los indígenas, las caretas eran usadas para encarnar espíritus antepasados, fuerzas sobre naturales, aterradoras y fecundantes, dioses y animales.
Paralelamente con la careta surgen las primeras manifestaciones de la máscara, las encontramos en la antigüedad, casi en la prehistoria, donde en vez de máscaras se recurre a las cabezas de los animales que han sido sacrificados y se complementa vistiéndose con la piel entera del animal,  los griegos, los egipcios, las empleaban con fines religiosos y espirituales, derivados del culto a los muertos; fue precisamente para que quienes las usaban pasasen desapercibidos.

Desde siempre el ser humano ha tenido la  costumbre de usar máscaras, y estas han variado según la cultura, la época, la espiritualidad, sus significados, sus usos, aún en algunas culturas las siguen utilizando para perpetuar los rostros de sus muertos.

Cuando la máscara empezó a evolucionar las utilizaron los actores romanos para hacer representaciones teatrales a personajes históricos, escenas burlescas de los ritos sagrados. La máscara participó de manera  entrañable ya que su forma física comunica, como el conjunto de la obra, es una realidad. Su uso se adoptó rápidamente en las fiestas y se comenzó a usar con carácter festivo, dando origen a lo que es hoy nuestro carnaval.

Las máscaras de hoy son producto de la imaginación, la fantasía, las tradiciones culturales de muchos pueblos y la creatividad de artesanos. El carnaval, cuyo éxito ha ido en aumento ya que son muchos los hacedores,  ha cobrado ahora un cariz profesional y, como tal, es objeto de una amplia cobertura.
Detrás de todas las fiestas, desfiles y “gozadera” que se vive en La Arenosa existe un grupo de artesanos y depositarios de estas tradiciónes confeccionan las máscaras, durante todo un año trabajan constantemente para lograr darle vida a un espectáculo multicolor en el cual se resaltan las grandes máscaras coloridas cuyas imágenes representan a los toros, tigres leones, osos  y a la particular, la marimonda y otros actores.
Sus manos tallan la madera, pintan hermosos cuadros, realizan inigualables tejidos en bejuco y fabrican en papel maché las más famosas máscaras de Latinoamérica que durante el mes de febrero, adornan las calles de la Puerta de Oro de Colombia, crean verdaderas obras de arte que por mucho tiempo han enriquecido el Carnaval de Barranquilla y que en esta ocasión engalanaran el tradicional desfile de la Batalla de Flores, la gran parada y todos los desfiles que se realicen, además ofrecen a los turistas la variedad de sus productos artesanales que identifican nuestra cultura.

SIGNIFICADO DE LA MÁSCARA
El secreto de la máscara es la transmisión  de comunicar una intención, un estado de ánimo, una forma de interpretar lo que está pasando, son los objetivos básicos de las máscaras, que por otra parte, tienen una misión muy clara para todo el mundo cubrir el rostro real. El portador de la máscara persigue confundir ya sea a sus semejantes a los espíritus o incluso a los dioses, para que al verlo enmascarado, no vean su esencia interior real sino aquello que representa.        




SEGUNDO APARTADO
MASCARAS Y REALISMO MAGICO

El realismo mágico  en Colombia ha sido usado específicamente en la literatura desde mediados del siglo xx, pero es una actitud que se ha ido colando en otros estadios de la vida.  Este es el caso de las tradiciones y  de toda la cultura que se enmarca en el Carnaval de Barranquilla.
En este carnaval es imprescindible la utilización de la máscara y es precisamente allí donde el carnaval y el realismo mágico muestran su unión, porque en el carnaval existe  un interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común, recordemos que el carnaval es en su esencia popular, es hecho por el pueblo y para el pueblo, de allí la simbología presente en las diferentes mascaras  y caretas.
La máscara en el carnaval muestra muchos aspectos de quien la lleva puesta, en este caso un “actor”. Ella no representa al ser que está detrás de ella, si no a su esencia, a lo que en un momento determinado  ese actor quiere ser y es en el carnaval donde puede hacerlo sin miedos a comentarios o criticas.  Ella lo protege  ante lo desconocido-conocido y ante la incertidumbre.
Con su uso esos actores son mas admisibles ante la sociedad, se pueden defender ante sus posibles críticas, ellos  son más tolerantes y se sienten menos débiles.
Mientras que en nuestra cotidianidad como seres humanos todos los días llevamos puestas diferentes mascaras,  es en el carnaval donde podemos convivir con ella durante 4 días de jolgorio y escoger una máscara  que aunque no muestre exactamente lo que somos, podamos escondernos y mostrar lo que queremos de una manera divertida, o sea que es posible la relación convivencia-mascara en el carnaval.
Allí es donde radica la magia, porque la máscara nos camufla, nos tapa   u oculta, visto desde una perspectiva diferente; ella divierte, hace reír al otro y en su interior ese “actor” se siente realizado porque está alcanzando su objetivo, mostrarse, deshinibiendose y siendo aceptado por la sociedad que vive el carnaval.
En cada mascara hay una realidad mágica latente  de naturaleza espiritual, aquella que desde el fondo del ser humano idealiza su realidad la eleva y la moldea a su antojo, permitiendo que su realidad se convierta en una metáfora y ver y sentir por lo menos en esos 4 días la dulzura de la vida y no la dureza o la aridez a la que están acostumbrados.  Aquí entonces está presente otra característica  del realismo mágico como, lo es mostrar lo grotesco y lo satírico de una forma más amena.
Es que vivir tan siquiera una vida diferente durante cuatro días, es ya mágico.
Podemos decir entonces que las diferentes mascaras que se usan en el carnaval de Barranquilla, son el elemento mágico de esa gran realidad llamada carnaval.